HibriturSelva es un proyecto en el que trabajé durante todo el año pasado junto a Josep Gesti y el Consell de la Comarca de La Selva, en Cataluña, para crear un “ecosistema” o espacio común (presencial + Digital) de aprendizaje y colaboración en red para innovar en el sector del Turismo. Si quieres ampliar en el tema, aquí tienes varios posts sobre HibriturSelva.
Tenía pendiente escribir una entrada para reseñar el Informe de Resumen Anual que se publicó recientemente con los resultados del proyecto y detalles metodológicos del mismo. El documento está de momento sólo en catalán, y puedes bajártelo aquí, pero voy a compartir algunas de las lecciones que me ha dejado HibriturSelva después de su primer año de funcionamiento.
Lo que tenemos ahora es un “prototipo” de un ecosistema de colaboración territorial para la innovación turística, que ha servido para ver qué funciona y qué no. No está todavía contrastado, ni consolidado, para que podamos saber si es un modelo valido y replicable. Conviene recordar también que buena parte del éxito o fracaso de estos proyectos se explica por factores idiosincráticos, o sea, por especificidades socio-culturales y económicas de cada territorio. Pues nada, ahí van algunas de las lecciones metodológicas que nos dejó HibriturSelva 2013:
1.- Creación de un “núcleo tractor” al inicio de la Red:
Al comienzo de una iniciativa como ésta resulta crítica la creación de una mini-red de personas que sirva de avanzadilla del proyecto, de núcleo proactivo para replicar las conexiones a cada vez más miembros. Desde HibriturSelva llamamos a esta figura “emprendedores de red” (NetPreneurs) y también, “hibridadores”, porque eran los encargados de identificar y atraer a nuevos socios que veíamos interesantes para generar las combinaciones. Así que un desafío que tuvimos fue crear ese núcleo tractor, de unas 20 personas, al que le dimos formación a través de los “Talleres de Hibridadores”.
La misión de captar esas personas al principio, cuando todavía no hay nada, es compleja pero de ello depende que el peso del proyecto sea realmente compartido y sostenible en el tiempo. Ese grupo de personas inquietas pueden identificarse a partir de estos tres perfiles: 1) Gente que, por su propio interés, ven en la Red una oportunidad de añadir valor a lo que ya hacen (P.ej. Personas que lideran asociaciones, iniciativas o proyectos que estén necesitando de más colaboración para salir adelante), 2) Gente que cree mucho en la colaboración y la construcción de redes, y que por filosofía/ideología, le apetece participar casi como un hobby o una forma de activismo, 3) Gente muy arraigada y comprometida con el territorio, y que está deseando ayudar a potenciar su identidad.
2.- Foco en el objetivo vs. Dispersión = Principio de adicionalidad
Existe una tentación constante a dispersarse de los objetivos fundacionales, o mejor dicho, a querer abarcar demasiadas líneas de trabajo. Es bueno ser flexibles para añadir nuevas oportunidades que puedan aparecer con los avances del proyecto, pero esto tiene el peligro de no generar efectos acumulativos, y que los resultados tarden más en llegar. Al no visibilizarse logros concretos, se corre el riesgo de desmotivar a la red.
Por eso es tan importante tener claro qué se busca con el ecosistema, y qué puede aportar como valor añadido, en lugar de solaparse (y generar celos) con iniciativas ya en funcionamiento. Hay que centrarse en la verdadera “adicionalidad” que puede aportar la Red, o sea, su verdadera contribución neta o espacio diferencial sobre lo que ya existe.
Por poner un ejemplo. En HibriturSelva se planteó la posibilidad de dedicar esfuerzos a la promoción y marketing turístico, pero después de un análisis nos dimos cuenta que ese trabajo lo venía haciendo (con más capacidades y recursos) el Patronato de Turismo de la Costa Brava, así que decidimos centrarnos en otros frentes. Apostamos por el impacto indirecto, menos explícito y más sistémico, de trabajar en la base de la pirámide para crear las condiciones que den lugar a buenos proyectos, liderados por la entidad que quiera.
3.- Dinamización de la plataforma telemática o “ecosistema digital”
Aprendimos que la consolidación de un “ecosistema digital” puede tener una influencia crítica en el éxito de un proyecto como HibriturSelva. Parte del trabajo que hay que hacer es el de mejorar la visibilidad de los perfiles de los participantes para facilitar la interacción entre ellos. Nuestra contribución aquí consiste básicamente en reducir los costes de información para que el talento se encuentre.
La participación en la plataforma telemática de HibriturSelva durante 2013 fue satisfactoria pero francamente mejorable. De hecho, es de los puntos que más se necesitan reforzar en el segundo año porque permite el trabajo flexible y continuado de los equipos sin necesidad de incurrir en los costes elevados que implican las actividades presenciales. De ahí que en 2014 se están publicando unos “boletines” con fichas o perfiles personales de socios de la red que están teniendo una magnífica acogida por lo que contribuyen a la mejora de la visibilidad de sus miembros.
A cada persona que se inscribía en la plataforma (ahora hay 243 inscritos) se le invitó a que, a su vez, se apunte en alguno de los “grupos de trabajo” creados (que ahora se llaman “Laboratorios de innovación”), porque siempre imaginamos este ecosistema como una plataforma de trabajo, de colaboración centrada en proyectos. Después de la experiencia de este primer año, aprendimos que no es recomendable inscribirse en más de 2 grupos/proyectos, y que incluso lo ideal es participar en uno sólo, para dedicarle toda la atención que necesita.
4.- Humildad y gestión prudente de las expectativas:
Resulta fundamental que en un proyecto como éste se cuide el lenguaje y las expectativas. Mantener una actitud humilde ayuda mucho a la credibilidad. Hay que evitar promesas o metas demasiado ambiciosas cuyo cumplimiento es poco fiable. La mayoría de las veces basta con arrancar unos pocos proyectos que motiven mucho. De ahí saldrán cosas que es imposible predecir de antemano, ni tampoco hace falta. Las propiedades de emergencia de los ecosistemas implican, por definición, que el guión sea escrito por los participantes. Una práctica que se ha evitado es la de anunciar cosas que están lejos todavía de conseguirse, o de presentar proyectos y eventos sin tener la seguridad de que estamos en condiciones de conseguirlos con la calidad esperada. También ayuda mantener una actitud honesta a la hora de reconocer los errores, que siempre se cometen, y que hemos cometido.
5.- Sostenibilidad y largo plazo:
Estos proyectos no se construyen en modo-sprint, sino que son una carrera de fondo. Nadie debería implicarse en el desarrollo de un ecosistema de estas características si espera recoger grandes resultados en el primer año, y esto debe quedar meridianamente claro tanto para promotores como financiadores. Por eso es tan importante que estas redes cuenten con una financiación inicial que tenga en cuenta su singular ciclo de maduración.
Afortunadamente HibriturSelva ha recibido financiación en su 2do año para que pueda seguir creciendo y consolidándose. Esos fondos son bastante menores que los del período anterior pero suficientes para darle tiempo a que alcance la madurez necesaria que lo haga autosostenible, algo que calculo puede conseguir en su 3er año.
Dejo en el tintero tres lecciones más que, por su interés, voy a tratar en posts independientes, porque merecen un análisis por separado. Tienen que ver con: 1) el conflicto latente que existe siempre entre “facilitar” e “intervenir” (modelo emergente vs. constituyente), 2) las oportunidades y problemas que aparecen cuando se quieren promover conexiones improbables a escala territorial y, 3) el papel del dinero público en este tipo de iniciativas. De todo esto hablaré en futuras entradas, así que continúa el seriado 
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